Un simple aderezo de queso hace que esta cazuela de berenjena y tomate sea sabrosa y atractiva.
Me gusta usar tomates enlatados orgánicos en este plato, pero puede usar 2 tazas de tomates frescos pelados y sin semillas en lugar de los tomates enlatados.
Lo que necesitarás
- 1 berenjena mediana (rebanada en rondas gruesas de 1/4 de pulgada)
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 lata (14.5 onzas) de tomates cortados en cubitos, con jugo
- 1/2 cebolla dulce mediana, cortada en rodajas finas
- 1 diente de ajo mediano, picado
- 1/8 cucharadita de albahaca seca
- Sal Dash (o al gusto)
- Pimienta negra recién molida (o al gusto)
Como hacerlo
- Coloque capas de berenjena en un colador, salando generosamente cada capa. Deje reposar durante 30 minutos. Enjuague bien y seque.
- Caliente una fina capa de aceite de oliva en una sartén grande o saltee a fuego medio; agregue la berenjena al aceite caliente y cocínelo, volteándolo una vez, durante aproximadamente 5 minutos, o hasta que se dore ligeramente. Repita hasta que todas las rebanadas de berenjena estén cocidas, usando tan poco aceite como sea necesario para freír las rebanadas. Transfiera a un plato y reserve.
- Agregue más aceite a la sartén si es necesario; agregue cebollas y ajo. Cocine hasta que esté tierno.
- Agregue los tomates a la mezcla de cebolla junto con la albahaca y sal y pimienta al gusto.
- Cubra las rebanadas de berenjena con la mezcla de cebolla y tomate en una cazuela poco profunda y ligeramente engrasada.
- Hornee la berenjena durante 20 minutos a 350 ° F (180 ° C / Gas 4). Cubra con queso mozzarella en rodajas o rallado y hornee durante 8 minutos más, o hasta que el queso se derrita.
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