El método más efectivo para congelar ciruelas

Cualquiera que tenga un ciruelo sabe mucho de esto: nunca tienes unas ciruelas maduras.

Algunos árboles frutales maduran suavemente, con frutas individuales que maduran a su propio ritmo. No tanto con ciruelos . Toda la fruta en un ciruelo tiende a estar madura, todo en la misma instancia, y tiende a ser mucho más de lo que cualquier persona (u hogar) puede usar fresca.

Con mucho, la forma más fácil de lidiar con el exceso, además de regalar parte de la cosecha a la gente sin árboles, es congelar las ciruelas maduras.

Congelarlos le permite mantener el sabor fresco de las ciruelas maduras de verano para disfrutar más adelante en el año, y la congelación también es una excelente manera de reservar ciruelas maduras para cocinar cuando tenga más tiempo. Tenga en cuenta que este mismo método también funciona para congelar albaricoques, pluots, melocotones y nectarinas.

Para congelar ciruelas:

  1. Divide a la mitad y pon en picada la cantidad de ciruelas que quieras congelar. Peel ellos, si quieres.
  2. Corta las ciruelas en trozos o de cualquier forma que creas que querrás usar más tarde (las rodajas o los cubos son buenos, o puedes dejarlos como mitades, si quieres).
  3. Coloque las ciruelas peladas y cortadas en bandejas de hornear en una sola capa.
  4. Coloque las bandejas en un congelador hasta que las ciruelas estén congeladas; esto tomará desde varias horas hasta la noche dependiendo de su congelador y qué tan gruesas son las piezas de ciruela.
  5. Transfiera las ciruelas congeladas a bolsas de plástico u otros recipientes herméticos. Manténgalo congelado hasta que esté listo para usar, hasta seis meses.

Qué hacer con las ciruelas congeladas:

¿Cuánto tiempo duran las ciruelas congeladas?

Las ciruelas congeladas durarán aproximadamente 6 meses en un congelador conectado a un refrigerador, y hasta un año en un congelador independiente. Más tiempo comenzará a degradar la calidad de las ciruelas, pero no es necesariamente peligroso. Si encuentra algunas ciruelas que han estado allí un poco más largas de lo ideal, conviértalas en mermelada (¡la textura no importa!).