Lo que debe saber sobre comprar, pelar y almacenar ajo

El ajo se puede comprar como clavos enteros pelados o picados, ambos almacenados en aceite de oliva o vegetal. Es imperativo que el ajo en aceite se almacene en refrigeración para evitar el crecimiento de bacterias potencialmente botulínicas.

Selección y almacenamiento de ajo

Cuando vaya de compras, elija cabezas de ajo que sean firmes al tacto, sin mellas ni dientes suaves. Si observa parches oscuros y pulverulentos debajo de la piel, páselo porque esta es una indicación de un moho común que eventualmente estropeará la carne.

Guarde las cabezas de ajo sin pelar en un recipiente abierto en un lugar fresco y seco, lejos de otros alimentos. No refrigere ni congele el ajo sin pelar. El ajo correctamente almacenado puede guardar hasta tres meses. A medida que el ajo envejece, comenzará a producir brotes verdes en el centro de cada diente. Estos brotes verdes infantiles pueden ser amargos, así que deséchelos antes de cortar el ajo para su receta. Sin embargo, si planta los dientes y los deja brotar a una altura de aproximadamente seis pulgadas, puede usar los brotes como cebolletas en ensaladas y cosas así.

Si usa mucho ajo y desea reducir el tiempo de preparación, puede precocer y guardar el suyo en aceite de oliva en el refrigerador, pero el mejor sabor provendrá del clavo recién pelado. Use ajo en polvo, sal de ajo y extracto de ajo (jugo) solo como último recurso.

Cómo pelar el ajo

Para pelar un diente de ajo, colóquelo en una tabla para cortar de lado y presione suavemente hacia abajo con el lado plano de una cuchilla de carnicero.

La piel debería desprenderse fácilmente. Si encuentras que la piel se aferra desesperadamente al diente de ajo, felicidades, tienes ajo fresco. A medida que el ajo envejece, se encoge dentro de la piel, lo que facilita su pelado.

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