Cómo curar sardinas

Las sardinas son pequeños peces sabrosos y nutritivos. Cúrelos con un poco de sal durante la noche suaviza su sabor fuerte y los hace perfectos para ensaladas, poniéndoles tostadas o bagels y queso crema, o sirviendo como un aperitivo fácil y elegante.

Las sardinas curadas pueden mantenerse cubiertas de aceite durante hasta una semana. Como puede adivinar al mirarlo, esta receta es fácil de duplicar o triplicar según sea necesario.

Lo que necesitarás

Como hacerlo

  1. Use un cuchillo afilado para cortar las cabezas de las sardinas justo donde están sus branquias. Corta una raja en sus vientres hasta la cola. Debajo del agua corriente, ábrelos y deslízales por las tripas. (Puedes pedirle a tu pescadero que haga esto, pero si eres nuevo en la limpieza de pescado, ¡las sardinas son un primer intento muy fácil!) No te molestes en tratar de quitar la piel, es mucho más fácil resbalar después de que hayan sido curado.
  1. Enjuague el pescado y séquelo. Colóquelos en una bandeja para hornear o en un recipiente similar y espolvoréelos por ambos lados con la sal. Cubra la bandeja a fondo con una envoltura de plástico (unas cuantas capas están en orden) y coloque la sartén en la nevera durante aproximadamente 2 días (36 a 48 horas).
  2. Retire las sardinas de la sartén y enjuáguelas sin sal. Quíteles la piel, si lo desea (es fácil de hacer ahora), y sírvalos o cúbralos completamente con aceite y guárdelos en el refrigerador hasta por una semana.