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Una deliciosa merienda mexicana
El queso frito es un manjar mexicano y perfecto para un aperitivo o merienda. Tenga en cuenta que no todos los quesos funcionarán, necesita un queso ligeramente esponjoso y un poco desmenuzable. Otros quesos pueden derretirse en el aceite y hacer un gran desastre. Este plato no está frito, sino que se fríe en una sartén antiadherente caliente.
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Comenzando con queso fresco
Para hacer esta receta, elija su queso mexicano fresco favorito. Queso Blanco es ideal para freír, pero el queso fresco también funcionará. También puede encontrar queso de freier, que significa "freír queso". Desenvuelva el queso de su envoltorio y colóquelo sobre una tabla de cortar o placa.
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Cortar el queso
Como el queso se fríe en trozos similares a los dedos, debe cortar el queso dos veces. Primero, córtalo longitudinalmente en palitos de 1/2 pulgada.
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Cortar el queso por segunda vez
Desea que cada pieza sea fácil de comer con las manos, por lo que el queso debe cortarse una vez más. Corte las rebanadas longitudinalmente de nuevo, para formar palos de tamaño uniforme.
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Freír el queso
Caliente una sartén antiadherente a fuego medio-alto durante 1 a 2 minutos. Coloque los palitos de queso, unos pocos a la vez, en la sartén caliente, asegurándose de no saturar la sartén. Verá que los bordes comienzan a burbujear, pero el queso no se derretirá.
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Convierte el queso
Una vez que la parte inferior está dorada, con una espátula, gire el queso a su lado siguiente. Continúe cocinando hasta que se doren, volteando los pedazos de queso hasta que los cuatro lados de cada lado estén dorados.
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Sirve el queso
Retire el queso caliente a una toalla de papel para absorber cualquier grasitud. Sirva inmediatamente (o en minutos) con su salsa favorita. El queso frito también es delicioso con conservas de frutas.