Cómo secar los tomates en un deshidratador

Los tomates secos no tienen que ser "secados al sol" para ser deliciosos. Si usted vive en un área donde la madre naturaleza no siempre es su amiga, puede estimularla secando sus tomates en un deshidratador. Si optas por secar tus tomates en el deshidratador, no perderás una gota de bondad, pero ahorrarás tiempo. Además, sus recetas favoritas no cambiarán un ápice si altera el método de secado de sus tomates.

Es relativamente fácil secar los tomates en un deshidratador, y en su mayor parte, el electrodoméstico realiza la mayor parte del trabajo por usted. Debe reservar unos 15 minutos para cortar los tomates y colocarlos en la rejilla de secado, pero todo el proceso tarda de seis a ocho horas en completarse.

Vigile sus tomates para asegurarse de que no estén demasiado crujientes o que comiencen a ennegrecerse.

Preparación

Con su cuchillo, corte los tomates en tiras de 1 / 4- a 1/2 pulgada de grosor. Menos de eso tenderá a producir tomates oscuros, mientras que las piezas más gruesas se secarán de manera desigual. Para formas ovales como pera o tomates Roma, córtelos a lo largo. Si las tiras son más de 1/2 pulgada, córtelas a la mitad.

Extraiga el gel de la semilla, teniendo cuidado de no perforar la piel. Este paso reduce en gran medida el tiempo de secado. También puede usar la punta de un pelador para completar este paso. Algunas personas omiten este paso y usan las semillas en otras recetas, como el chile o la pasta.

. Coloque los pedazos de tomate con la piel hacia abajo sobre las bandejas del deshidratador . Deje espacio entre las piezas de tomate en todos los lados para que el aire pueda circular.

Control de temperatura

Coloque el deshidratador a 135 F. Deje que los tomates se sequen hasta que estén correosos o comiencen a crujir, lo que generalmente tomará entre 6 y 8 horas. Mantenga los ojos fijos en las bandejas de secado. Si mezcla variedades de tomates, el contenido líquido varía, al igual que el tiempo que los tomates se secan.

Retire las bandejas y deje que los tomates se enfríen durante 10 minutos.

Almacenando tus tomates

Mantenga sus trozos frescos de tomates secados al sol en una bolsa hermética o en un recipiente de almacenamiento en su refrigerador de seis a nueve meses. También puede congelarlos, pero asegúrese de que no haya humedad en los tomates para evitar quemaduras por congelación.

También puede poner sus tomates en un frasco con aceite de oliva sazonado, piense en ajo y hierbas frescas, como el orégano y la albahaca para obtener un sabor italiano o sin condimentos adicionales. También puedes usar el aceite para aderezos para ensaladas. Use sus tomates dentro de tres meses para evitar la amenaza de botulismo.

Rehidratando los tomates

Para usarlo, reconstituya sus tomates secos vertiéndolos sobre ellos y deje que se remojen durante 15 minutos. Si ese proceso deja los tomates demasiado duros, intente usar caldo de verduras o de pollo. Simplemente vierta el caldo y una cantidad igual de agua sobre los tomates y en el microondas durante unos 2 minutos.

Sus tomates reconstituidos listos para usar pueden almacenarse de manera segura en el refrigerador hasta por dos semanas.